ELABORACION:
Desale el bacalao el día anterior, cambiándole el agua 3 ó 4 veces Desescame el bacalao cuidándose de no romper la piel En una cazuela de barro, ponga a calentar el aceite con los ajos fileteados y la guindilla cortada en pedacitos, hasta que tomen color. Retire la cazuela del fuego cuendo esten dorados los ajos y sáquelos a un plato. Cuando la cazuela se haya templado, añada las rodajas de bacalao con la piel para abajo, cubriendo (sin amontonar) el fondo de la cazuela. Agite la cazuela para que se desprenda la gelatina que hay entre piel y carne del bacalao. El aceite debe estar algo mas que templado, pero controlando la temperatura para que no adquiera demasiada. Salpique de vez en cuando la cazuela con unas gotas de agua para mantener esa temperatura. La salsa que se obtiene debe ser blanca, no muy espesa y se oirá el pilpileo. Cuando la salsa este bien trabada, deje hervir a fuego un par de minutos removiendo constantemente y servir. |